domingo, 11 de enero de 2015

Tengo 39 años y...

Tengo 39 años y nadie me enseñó a AMAR.
Tengo 39 años y mis padres me criaron dentro de una educación en la que el sexo era algo sucio, algo prohibido, algo a detestar, algo de lo que apartar la mirada cuando salía en televisión... algo que solo se hacía cuando estabas casado... maldita secta!

Ese es el conjunto de creencias que me legaron como herencia, ese es el conjunto de creencias con el que tengo que luchar, que tengo que desaprender y que tengo que rehacer.

Mi primera nueva creencia la enuncio ya, aquí y ahora... ¡EL SEXO ES ALGO MARAVILLOSO!, y por eso no quiero vanalizarlo, con quiero maltratarlo, no quiero volver a buscarlo con quien no se lo merece, no quiero volver a encontrarme con él de forma atropellada, desatendida, centrandose solo en la genitalidad...

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