domingo, 11 de enero de 2015

Qué es ser un buen amante?

Y... qué es, por tanto, ser un buen amante?
Siempre he pensado que el sexo era algo extremedamente cercano a una forma de comunicación. Hay buenos conversadores y grandes comunicadores, y en todos ellos hay una caracteriscias comunes,... saben hablar con un gran número de personas, de una ámplia variedad de temas, saben llevar el ritmo de la conversación, saben variar ese ritmo a su gusto, saben generar emociones y estados de ánimo en sus oyentes, saben lo que es importante y lo que es accesorio, saben disfrutar y hacen disfrutar.

El sexo, para mí, no es algo muy distinto, y llegar a ser un buen amante debería ser algo parecido a saber encontrarse y disfrutar con un amplio número de personas distintas, independientemente de su educación, de sus creencias sobre el sexo, de su físico, de su estado de ánimo, de sus gustos, de sus fobias. Un buen amante debería ser capaz de llegar a tener sexo placentero con todo tipo de personas.

Un buen amante debería saber llevar el "ritmo de la conversación". Sabe como empezar, variar la intensidad para acercarse al climax, disminuirla para sincronizar los orgasmos, jugar con la velocidad, la fuerza, las paradas,...

Un buen amante debería saber generar emociones... Emociones que vienen de los sentidos, que nacen en el tacto, en su sensibilidad, que nacen en el oido, en susurros complices, en susurros que acompañas, que le dicen lo que estás sintiendo, que generan empatía, que validan sexualmente a la otra persona para relajarse de sus miedos... Emociones que vienen del gusto, de chupar, de lamer, de besar, de matices agrios, amargos, como de lejía,

Un buen amante debería saber lo que es importante y lo que es accesorio... y sobre todo, la vacuidad de la genitalidad, de que muchas veces un hombro puede ser más sutil que un clitoris, que la piel es infinita si se aprende a descubrir, que los escalofrios pueden nacer de los lugares más inesperados.

Un buen amante no es el que provoca orgasmos, sino el que provoca recuerdos al día siguiente, el que induce la urgente necesidad del próximo encuentro...

Y eso, voy a llegar a ser yo!

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